El presidente Alberto Fernández se reúne con la titular del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (NDB), Dilma Rousseff, en Shangai, con el objetivo de avanzar en el ingreso del país como socio activo de la entidad.
El encuentro comenzó a las 8.45 hora local (21.45 de Argentina) y junto al jefe de Estado participan el embajador en China, Sabino Vaca Narvaja; el titular del Banco Central de la República Argentina, Miguel Pesce; la vicecanciller Cecilia Todesca; y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello.
La reunión tiene lugar en la sede del NDB, ubicada en Shangai, la capital financiera del gigante asiático. Luego del encuentro con Rousseff, el Presidente tiene previsto viajar rumbo a Beijing para participar por la tarde en el III Foro de la Franja y la Ruta que encabeza el mandatario local, Xi Jinping.
La reunión de la que participaron Alberto Fernández y Dilma Rousseff.
Se trata de una reunión que busca culminar meses de tratativas tendientes a acercar a la Argentina a nuevas fuentes de financiamiento. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica le darán la bienvenida a partir del próximo 1 de enero a la Argentina, Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, decisión que se anunció el 24 de agosto pasado.
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Este grupo de estados conforman el 46% de la población mundial y el 36% del PBI del planeta. El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) fue creado en 2015 por los BRICS, con el objetivo de proporcionar una fuente de financiamiento alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial.
Rousseff asumió al frente de la entidad en marzo pasado, tras la llegada de Luiz Inácio Lula Da Silva al poder en Brasil, desplazando a Marcos Prado Troyjo, un hombre que había sido designado por Jair Bolsonaro.
A principios de agosto, la presidenta del NDB aseguró en una entrevista que el banco debía contribuir al desarrollo de los estados con una financiación que no incluyera «espadas en la cabeza».
Alberto Fernández y Dilma Rousseff.
En la misma línea, Lula sostuvo que la entidad creada por el BRICS debía ser más generosa y trabajar para terminar con las «grandes desigualdades» del mundo. Durante este año, el Gobierno trabajó con el objetivo de incorporar al país como miembro activo del banco que dirige Rousseff, algo que en los hechos significaría un atajo para obtener créditos para proyectos de infraestructura y aumentar las reservas del Banco Central.
El embajador Vaca Narvaja mantuvo un encuentro meses atrás con la ex presidenta de Brasil y posteriormente se mostró optimista de poder sumar al país al NBD antes de fin de año. El banco de los BRICS cuenta con un capital suscrito de 50.000 millones de dólares, autorizado por 100.000 millones y con 32.800 en ejecución entre 96 proyectos.
Además, tiene un fondo de 100.000 millones de dólares para fortalecer la seguridad financiera de sus miembros a través del Acuerdo de Reservas de Contingencias.