La titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo que el organismo está «muy interesado» en apoyar a la Argentina y que el país podría ser un candidato para recibir dinero fresco de parte del Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad. Así lo consignó la agencia internacional Reuters.
Es un guiño importante hacia el programa económico ultraortodoxo que se propone aplicar el presidente electo Javier Milei, quien ya en su momento dijo que el ajuste que quiere hacer es incluso más fuerte del que pide el propio FMI.
Este jueves, los colaboradores más estrechos de Milei en materia económica, Luis Caputo y Nicolás Posse, mantuvieron un primer encuentro cara a cara con funcionarios del FMI en la ciudad de Washington. En verdad, Caputo es un personaje conocido para el Fondo, porque fue uno de los gestores del megacrédito de 2018, récord tanto por su magnitud como por la velocidad con la cual fracasó.
Caputo y Posse transmitieron cómo planean llevar adelante el plan de reforma del Estado, que incluye recortes presupuestarios masivos –como por ejemplo el cierre de la obra pública financiada por Nación– y la privatización de empresas públicas.
Asimismo, los asesores económicos de Milei explicaron cómo piensan abordar el desarme del stock de Leliqs, para el cual estarían buscando apoyo inversor que permitiría canjear deuda en pesos del Banco Central por deuda en dólares en manos de bonistas privados, garantizada por el FGS de la Anses y las acciones en YPF.
El nuevo Gobierno también tiene por delante un desafío de corto plazo frente al FMI, porque en diciembre ya hay nuevos vencimientos, cuyo pago depende de que el organismo destrabe el desembolso esperado de unos 2500 millones de dólares.
Al margen del encuentro de carácter más técnico, está claro que la disposición del FMI de entregar nuevos fondos al país será eminentemente política, y ahí es donde juega el encuentro entre Milei y Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden, junto al almuerzo que mantuvo el presidente electo en Washington con al exmandatario Bill Clinton y el asesor para América latina de Biden, Chris Dodd.
Apoyo
Milei tuvo un primer acercamiento con Georgieva a través de una videollamada el viernes pasado, luego del cual la titular del FMI habló de un «compromiso muy constructivo y debate muy serio».
Consultada por Reuters, Georgieva agregó ahora que «la forma más importante en que Argentina puede ayudarse a sí misma es abordando los desequilibrios macroeconómicos que se han acumulado. Pero, claro está, estamos muy interesados en apoyar a Argentina, abordar el profundo problema de la inflación, crear un entorno para un crecimiento liderado por el sector privado que pueda estimular aumentar el empleo y la economía en general».
Georgieva dijo que estaba interesada en discutir «cómo Argentina podría volverse menos vulnerable a los eventos climáticos«. «Tienen problemas estructurales muy importantes que el Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad puede ayudarles a resolver, así como cuestiones de adaptación muy importantes», señaló. Como gesto de respuesta, Javier Milei podría dejar de lado su negacionismo en materia de cambio climático, que sería un detalle menor respecto de otros retrocesos discursivos que ya ha mostrado el mandatario electo y la mesa chica de La Libertad Avanza.
Para acceder a dicho Fondo, se supone que los países deben contar con un programa del FMI, con una deuda sostenible y capacidad de pago adecuada. No está nada claro en qué medida el país está en esas condiciones, luego del desvío del programa que se produjo este año a causa de la sequía. De todas maneras, se calcula que por esa vía se podrían recolectar unos 1300 millones de dólares. Mucho más importante podría ser un nuevo acuerdo de crédito con el FMI, algo que todavía luce bien lejano.