Los ahorristas volvieron a volcarse esta semana a los plazos fijos en pesos, tras una frenética dolarización en los días anteriores a las elecciones, atraídos por una tasa de casi 11% mensual, que podría empardar a la inflación de octubre.
El dato, informado al ministro de Economía, Sergio Massa, llevó alivio al candidato presidencial de Unión por la Patria, que espera terminar de torcerle el brazo al mercado con tiempo suficiente para afrontar el balotaje con Javier Milei el 19 de noviembre próximo.
Antes de los comicios, y en medio del temor a un salto devaluatorio brusco, los plazos fijos en pesos cayeron un 10% promedio.
Los resultados de las elecciones del 22 de octubre cambiaron el humor del mercado y al mismo tiempo modificaron los portafolios de los inversores, explican analistas financieros.
En las semanas previas a la elección general se notó un desarme de plazos fijos en pesos para buscar una dolarización vía dólar MEP, en el caso de la clase media, y del contado con liquidación en el de las empresas.
Para alivio de Massa, tras los comicios los plazos fijos subieron en más de $400.000 millones.
Ese nivel representa un tercio de los fondos que habían salido desde principios de octubre, cuando el mercado especulaba con la posibilidad de que Milei y su propuesta de dolarización saliera primero en los comicios.
Según fuentes del circuito financiero, desde principios de octubre habían salido casi $1,3 billones de plazos fijos, la mayor parte para irse en busca de la divisa estadounidense.
de $ 1.269 billones desde principios de octubre, según un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Ahora, el perfil de los inversores y ahorristas mutó hacia los altísimos rendimientos que ofrecen los plazos fijos, que llegan al 133% anual.
¿Regresa el «carry trade»?
De acuerdo con el monitoreo que viene realizando el equipo económico, hay expectativa de que el dólar siga estable, o incluso baje algunos escalones en las tres semanas que quedan hasta las elecciones.
La proyección que se maneja en el Banco Central es que para cuando llegue la hora de definir el balotaje, el 19 de noviembre, los bancos habrán recuperado el volumen de plazos fijos en pesos que se retiraron para fugar al dólar.
En el Gobierno creen que la caída del 15% en la cotización del contado con liqui terminará de convencer a los ahorristas de apostar por las altas tasas en pesos.
Algo de eso se vio en la exitosa licitación realizada por el Tesoro en la semana, cuando se logró un refinanciamiento récord que le permite a Massa afrontar las fuertes erogaciones del denominado «Plan Platita».
Informes que circulan en el mercado sostienen que la decisión del Gobierno de permitir que se liquiden las exportaciones al contado con liqui derivará en un incremento de la emisión monetaria.
Es que antes de eso una parte de la demanda de dólares la cubría el Banco Central vendiendo CCL/ MEP, lo que permitía una absorción monetaria que ahora no se produciría.
El BCRA deberá calibrar bien sus intervenciones para evitar que esa mayor emisión no termine convalidando una tasa inflacionaria que complique el escenario electoral.
La apuesta de Massa es que el costo de vida de octubre muestre una baja respecto de agosto y septiembre, cuando superó el 12% mensual promedio.
«Bajar la inflación a un dígito sería ideal para que Sergio llegue al balotaje con un escenario inmejorable», se entusiasman cerca del ministro de Economía. Habrá que ver qué dice el INDEC cuando difunda el dato poco antes del ballotage.