Especialistas expusieron este sábado sobre el uso medicinal del cannabis tanto para tratar la ansiedad, como la enfermedad de Parkinson durante la Expo Cannabis, que se desarrolla en La Rural, destacando sus «efectos positivos» para la reducción de síntomas como dolores y dificultades en el sueño.
La cuarta edición de Expo Cannabis, el evento más grande de este tipo de Latinoamérica, comenzó este viernes y se desarrollará hasta mañana en el tradicional predio ferial del barrio porteño de Palermo, donde niños, niñas y adultos mayores podrán ingresar gratis.
En el Pabellón Cannabis Medicinal se ofrecieron conferencias, talleres, foros, entrevistas y presentaciones con distintos profesionales y especialistas en la temática. Y hubo charlas sobre «Cannabis medicinal para tratar la ansiedad» y «Cannabis y Parkinson: la eficacia de los tres quimiotipos».
Alejandro Andersson, del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), explicó a Télam que lo más importante con respecto al cannabis medicinal con la enfermedad de Parkinson es que «tenemos un montón de evidencia científica que avala su uso».
Ante la mirada atenta de cientos de asistentes, el médico neurólogo y neurofisiólogo realizó su ponencia y afirmó que en la mayoría de los casos el cannabis «sirve para los problemas motores, no motores y los invisibles del Parkinson, y los mejora«. «¿Cuáles son los problemas motores?», se preguntó el especialista: «los que ve la gente y más se conocen», indicó. Caminar con pasos cortos, quedar con los pies pegado al piso, intentar girar y no poder o hacerlo con dificultad, sentir que al hacerlo se cae, estar encorvado, entre otros, fueron las dificultades que enumeró durante su exposición.
Además, señaló que los síntomas no motores, como los trastornos de sueño, pesadillas, dolores, piel seborreica (piel escamosa y roja), fabricar mucha saliva, o constipación, pueden mejorar con el uso de cannabis medicinal.
Para tratar la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, según explicó el especialista, en su consultorio utilizan lo que llamaron «el test de los tres quimiotipos», que se basa en buscar con rapidez cuál es el cannabis que mejor se adapta a cada paciente, mediante la vaporización e inhalación de la hierba.
«El aceite tarda una o dos horas en actuar, esto empieza a actuar a los minutos y tenés un resultado pleno a los 45 minutos, y se observa perfectamente en el consultorio. De esta manera, nosotros sabemos si podemos complementar su tratamiento de base con alguna fórmula de cannabis que le mejore algunos de sus síntomas», agregó.
Los quimiotipos que utiliza el especialista son tres: el primero con mayor cantidad de THC, otro en donde el THC y CBD son equivalentes, y el último donde prevalece el CBD.
«Hay más quimiotipos pero nosotros usamos estos en este trabajo» afirmó y agregó que consideran «un resultado que justifique el uso del cannabis cuando mejoran en la escala motora un 20% o más».
En ese sentido, explicó que «en casos de epilepsia refractaria con el cannabis los síntomas mejoran entre un 40% y 80%, los dolores crónicos un 30% y la esclerosis múltiple mejora entre un 20% y 30%«.
Para Andersson este tipo de eventos «es un verdadero motor para el cannabis medicinal, para el mundo del cultivo, la agricultura cannábica y para la industria» y que gracias al Reprocan, que es el registro nacional de personas autorizadas al cultivo con fines terapéuticos que se aprobó hace dos años, los pacientes «pueden acceder a un producto seguro o yo les puedo indicar un producto seguro».
Por su parte, Gaspar Teverovsky Simonetta, médico psiquiatra, realizó su exposición sobre el uso de cannabis medicinal y la ansiedad.
Sobre la comunidad médica y la aceptación de la utilización del cannabis medicinal para complementar tratamientos, aseguró a Télam que cree que «somos heterogéneos y que cada uno va encontrando el camino que considera más verdadero y luminoso para poder ayudar a la gente».
«Tenemos que pensar en nuestra salud como un todo y que siempre la salud es integral. Tenemos un sistema endocannabinoide que nos ayuda a estar menos estresados y más regulados, a ese sistema lo podemos ayudar y alimentar para que funcione mejor«, aseguró.
En ese sentido, ambos especialistas insistieron en la necesidad de mantener hábitos saludables como «disminuir la inflamación crónica que está dada en el tubo digestivo por los alimentos que ingerimos», mantener un buen sueño, actividad física y reducir el estrés crónico.
«Son nociones básicas de cuidado del cuerpo: una buena hidratación, una alimentación no inflamatoria y un buen hábito catártico de cuerpo y actividades que nos ayuden a centrarnos, como yoga, ejercicios de respiración, entre otros», aseguró el especialista.
Para el tratamiento de la ansiedad, el cannabis alto en CBD «colabora y ayuda a mantener nuestro sistema con baja ansiedad. Se pueden utilizar dosis bajas, porque lo que buscamos es dar incentivos de a poquito a nuestro propio sistema. Por eso lo utilizamos por gotas, una por la mañana y otra por la tarde«.
Según explicó Simonetta, algunos de los beneficios que observan los pacientes son la disminución de ansiedad, mejoramiento de sueño, sobre todo la profundidad del sueño y la sensación de «sentirse descansado al día siguiente», disminución de los dolores, mejoramiento del estado de tensión del ser, entre otras.
Los pacientes que tratan sus problemas de ansiedad con cannabis suelen ser de los más variados. En principio, el médico recomendó su uso a partir de los 21 años, pero aseguró que atiende personas que pasan los 40 o los 60 e incluso gente mayor de 80.
«Es importante estar inscriptos en el Reprocann, una ley por la que tanto se ha luchado, y estar dentro del registro para poder estar tranquilos. La invitación que hace el cannabis es que uno conozca la planta y pueda hacer su propia medicina», concluyó el especialista. (Fuente Pagina12)