A partir del acuerdo alcanzado con el FMI, por el cual el organismo desembolsará USD 4.700 millones, el Gobierno busca alcanzar una rápida estabilidad cambiaria y seguir acumulando reservas.
«Antes de fin de año tendremos USD 10.000 millones más en reservas», anunció el ministro de Economía, Luis Caputo.
El objetivo es que el respaldo del Fondo sirva también para atraer inversiones extranjeras. Incluso, en el comunicado, los técnicos del organismo destacan que compañías argentinas empezaron a fondearse en el exterior.
El anuncio del trabajoso acuerdo llegó con advertencia: Caputo dijo que si el Congreso no aprueba la ley ómnibus, habrá medidas de ajuste aún más duras.
«Estamos haciendo lo que la gente votó de las promesas de Milei», recordó el jefe del Palacio de Hacienda.
El acuerdo, el primero que cierra el gobierno de Milei con el Fondo y que aún debe ser aprobado por el board, llega luego de varias semanas de negociaciones.
Al anunciar el nuevo pacto, el Fondo lanzó duras críticas al Plan Platita que Sergio Massa puso en marcha para intentar ganar las presidenciales y elogió el severo plan de ajuste de Milei.
Faltó quizás autocríticas, porque después de todo el Fondo dio el visto bueno a todas las revisiones del programa durante el gobierno anterior.
Caputo aprovechó el espaldarazo para reclamarle al Congreso que apruebe la ley ómnibus enviada por la Casa Rosada al parlamento, que incluye varias reformas económicas claves.
“En la medida en que la ley no pase las medidas van a ser más duras. Y los argentinos van a sufrirlas más. Es extremadamente importante que esta ley pase para hacer esto de la manera más armoniosa posible”, enfatizó Caputo.
El nuevo entendimiento llega tras los fracasos de los programas de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Se construyó a partir de las primeras medidas tomadas por el gobierno de Milei para estabilizar la economía, recomponer las reservas del Banco Central y alcanzar el déficit cero.
El núcleo del plan es el fuerte ajuste –superior al que contemplaba el acuerdo original– diseñado a partir de un menú de amplios recortes de gastos, incluido el congelamiento de la obra pública, y aumentos de impuestos, una estrategia fiscal ortodoxa con la que el Fondo se identifica.
Por eso, los técnicos del organismo destacaron que la nueva administración de Milei «ya está implementando un ambicioso plan de estabilización, basado en una gran consolidación fiscal inicial, junto con acciones para reconstruir las reservas, corregir desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del Banco Central y crear un sistema más simple, basado en reglas y el mercado. También prevé la ampliación de la asistencia social para proteger a los más vulnerables».
“Aunque el camino hacia la estabilidad será desafiante y las condiciones empeorarán antes de mejorar, las acciones iniciales lograron evitar una intensificación de la crisis”, indicó el comunicado del Fondo.
Alude a lo que todo el mundo sabe: el verano será muy duro y recién el panorama podría mejorar hacia fines de abril, cuando entren los dólares a la cosecha sojera.
El FMI reconoció que la devaluación y la corrección de precios relativos, subirán la inflación, cuyos datos difundirá este jueves el INDEC.
Las perspectivas del organismo se alinean con las de Milei y Caputo: lograr un proceso de desinflación, con una recuperación del crecimiento y los salarios reales, lo cual no podría ocurrir antes de mitad de año.
“La nueva administración heredó una situación económica y social excepcionalmente desafiante, con desequilibrios macroeconómicos crecientes que reflejan principalmente políticas inconsistentes y expansivas, especialmente durante los últimos trimestres del año pasado”, dijo el organismo para respaldar a Milei.
Y ponderó que Milei y Caputo “actuaron con rapidez y decisión para desarrollar y comenzar a implementar un sólido paquete de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica y están totalmente decididos a volver a encarrilar el programa actual”.
Con la victoria de Milei, que propuso de entrada un plan de ajuste mucho más duro, llegaron las felicitaciones de la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, y del staff del Fondo por las primeras medidas tomadas por Caputo.
Habrá que ver si tanto respaldo del organismo y, claro está, de los Estados Unidos, permite lograr al Gobierno sostener la cohesión social cuando grandes franjas de la clase media empiezan a flaquear ante el derrumbe de sus ingresos provocado por la inflación, las alzas de tarifas y las subas de servicios esenciales como los de la medicina privada.