El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, uno de los apuntados por el presidente Javier Milei tras el fracaso de la ley ómnibus, respondió a los cuestionamientos libertarios y sostuvo que los mandatarios provinciales solo recibieron “agresiones, descalificaciones y faltas de respeto” de parte del Gobierno.
“Venimos soportando insultos, agravios, una serie de descalificaciones importantes, pero nos mantenemos con absoluta prudencia, esperando que pase todo esto”, expresó en una entrevista a Radio Rivadavia, y completó: “El diálogo es el camino, hay que consensuar leyes y respetar las instituciones”.
Según planteó Sáenz, la quita de subsidios al transporte y el recorte de fondos coparticipables a los gobernadores de parte de la administración libertaria le generan especial preocupación porque “no castiga a las provincias sino a la gente”
“Jodan con nosotros, pero no con la gente que la está pasando mal, no solo con el colectivo, que en marzo se va a $490 y alcanzará los $1000…”, anticipó, y remarcó: «Son muchas cosas que están afectando a los votantes del Presidente, aquellos que con la esperanza de que los delincuentes y la casta iba a pagar el ajuste, se está terminando ese relato y se está viendo una realidad que golpea todos los días”.
Asimismo, sugirió: “Al Presidente le está faltando alguien que le diga constantemente que no se olvide que es hombre y que comete errores. El error más grande es no darse cuenta que no estamos en campaña, que tiene que gobernar y tiene la obligación de serlo”.
El despido de Flavia Royón
Tras el despido de la entonces secretaria de Minería, Flavia Royón, luego de que el gobernador no respaldara la megaley del oficialismo, Saénz desestimó que su participación en el Gobierno formara parte de un acuerdo político.
“Es una gran pérdida para las provincias mineras. Es una perdida en cuanto a su idoneidad y profesionalismo”, lo calificó.
Las apreciaciones de la ley
En otro pasaje de la entrevista, el mandatario sostuvo además que “la ley [ómnibus] tenía muchas cosas buenas”, y reiteró su voluntad de acompañar aunque “no de servir”. “No me gustan las formas, siempre he sido un hombre de diálogo”, remarcó.
Respecto a la sesión que debatió el megaproyecto, Sáenz precisó: “Fue una sesión bastante compleja en lo legislativo, con diputados nuevos sin experiencia, y hay muchas cosas para aprender. Mis diputados se equivocaron a la hora de votar incisos por incisos. ¿En qué nos afectan los Fondos Fiduciarios si no dependen de las provincias?”.
“La ley tiene cosas buenas y hay cosas que deben reverse. No entiendo qué pasó en el medio, falta de interlocución, de inexperiencia legislativa”, sostuvo Sáenz, y concluyó: “Yo soy de nadie, soy de Salta, y me arrodillo solamente ante Dios”.