Una fuerte tormenta, con lluvia, vientos que superaron los 100 kilómetros y granizo, se abatió esta tarde sobre la ciudad bonaerense de 9 de Julio y sus alrededores, lo que provocó heridas leves a algunos vecinos, caídas de árboles, voladuras de techos y el corte del suministro eléctrico en algunos barrios.
«Había un alerta amarillo, pero fueron unos 40 minutos de lluvia muy intensa, vientos huracanados y granizo», dijo el periodista Daniel Escobedo.
En sentido, remarcó que «llama la atención la intensidad del temporal. Y lo extraño es que por momentos las piedras caían en una dirección y enseguida iban hacia el lado contrario».
En declaraciones a radio Rivadavia, Escobedo indicó que «cayeron unos 50 milímetros» en menos de una hora, lo que provocó algunos daños materiales en distintos sectores de la ciudad,
ubicada a unos 260 kilómetros al suroeste de la Ciudad de Buenos Aires.
«Después de eso surgió un alerta naranja, el cielo se oscureció otra vez pero llovió muy poco, y más tarde salió el sol…», puntualizó Escobedo.
En tanto, personal de Bomberos y de Defensa Civil participa del operativo para asistir a los damnificados, especialmente a los habitantes de un nuevo barrio, ubicado en la zona sur, donde
algunas viviendas quedaron sin techo y con parte de su estructura dañada.
También sufrieron graves daños las instalaciones del aeroclub de la ciudad y el autódromo Guillermo ‘Yoyo’ Maldonado, que se utiliza habitualmente para las distintas competencias nacionales.
En tanto, el temporal se hizo presente en Bragado, Carhué, Guaminí y Coronel Suárez, y en las ciudades pampeanas de General Pico y Quemú Quemú.
Las características fueron idénticas al panorama que se vivió en 9 de Julio, con fuertes ráfagas de viento, lluvia y granizo, aunque solo se registraron daños materiales.